jueves, 20 de junio de 2013

Il vestito di Rossini - El traje de Rossini

Canción de Paolo Pietrangeli (con la colaboración de Salviucci y Marini) realizada en 1967.
Eran los años revolucionarios. 




"Come ti chiami?". "Ve l'ho già detto".
"Ripeti ancora, non ho capito".
"Sono Rossini, iscritto al partito,
sor commissario, mi conoscete".

"Confessa allora, tu l'hai colpito,
non mi costringere a farti del male,
tu sai benissimo, conosco dei mezzi
che anche le tombe fanno parlare".

"Sor commissario, i vostri mezzi
sono due ore che li sopporto
e se volete vedermi morto
continuate pure così".

Aveva solo un vestito da festa,
se lo metteva alle grandi occasioni;
a lui gli dissero: domani ai padroni
gliela faremo, faremo pagar.

E l'indomani, quando era già l'alba,
apri l'armadio e il vestito si mise,
guardo allo specchio e la faccia sorrise,
guardo allo specchio e si disse di sì.

E andò alla fabbrica ed erano in mille,
tutti gridavano l'odio e il furore;
forse Giovanna il vestito vedeva
in quella folla fra tanto colore.

"Ti han visto tutti, tu sei finito,
c'è anche del sangue sul tuo vestito:
quei cinque uomini che sono morti
sulla coscienza
li hai anche tu".

"Sor commissario voi lo sapete
quali che sono i veri assassini,
quelli al servizio degli aguzzini
che questa vita ci fanno fare.

E questo sangue che ho sul vestito
è solo il sangue degli innocenti
che protestavano perchè fra i denti
solo ingiustizia hanno ingoiato".

Aveva solo un vestito da festa,
se lo metteva alle grandi occasioni;
a lui gli dissero: domani ai padroni
gliela faremo, faremo pagar.

Ma l'hanno visto con un sasso in mano
che difendeva un ragazzo già morto,
ma quel che conta è che a uno di loro
un sampietrino la testa sfasciò.

Ed ha scontato vent'anni in prigione
perchè un gendarme s'è rotto la testa;
ormai Giovanna ha tre figli,
è in pensione,
chissà se ha visto il vestito da festa
ormai Giovanna ha tre figli,
è in pensione,
chissà se ha visto il vestito da festa.

"Cómo te llamas?". "Ya se lo dije".
"Repite entonces, no te entendí".
"Soy Rossini, inscrito al partido,
señor comisario, usted me conoce".

"Confiesa entonces, tu lo golpeaste,
no me obligues a hacerte daño,
tu sabes muy bien, domino unos medios
que hasta a las tumbas hacen hablar".

"Señor Comisario, sus medios
ya son dos horas que los aguanto
y si usted quiere verme muerto
continúe entonces así".

Poseía sólo un traje de fiesta
se lo ponía en las grandes ocasiones;
a él dijeron: mañana a los patrones
se la haremos, haremos pagar.

Al día siguiente, al amanecer,
abrió el armario, se vistió con el traje,
miró al espejo y la cara sonrió,
miró al espejo y se dijo que sí.

Se fue a la fábrica y eran en miles
todos gritaban el odio y el furor;
quizás Giovanna veía el traje
en esa multitud, entre tanto color.

"Todos te vieron, estás acabado,
hasta hay sangre manchando tu traje,
esos cinco hombres que han muerto
sobre la conciencia
también tu los tienes".

"Señor comisario, usted bien lo sabe
quienes son los verdaderos asesinos,
aquellos al servicio de los negreros
que esta vida nos obligan a hacer.

Y este sangre sobre mi traje
es sólo el sangre de los inocentes
que protestaban porque entre sus dientes
sólo injusticia ellos han tragado".

Poseía sólo un traje de fiesta
se lo ponía en las grandes ocasiones;
a él dijeron: mañana a los patrones
se la haremos, haremos pagar.

Pero lo han visto con una piedra en mano
que defendía un muchacho ya muerto
mas lo que importa es que a uno de ellos
una pedrada la cabeza rompió.

Y ha pasado veinte años en la cárcel
porque un policía se rompió la cabeza;
ahora Giovanna tiene tres hijos
y está pensionada
quien sabe si vio ese traje de fiesta
ahora Giovanna tiene tres hijos
y está pensionada
quien sabe si vio ese traje de fiesta.

Aquellas pequeñas cosas

Joan Manuel Serrat, 1971




Uno se cree que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas

que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.