Descubrí hace un par de años la música de Pierangelo Bertoli (1942-2002). Él fue un cantautor italiano comprometido con los temas civiles, sociales y políticos. Sus textos son directos, a veces agresivos, y reflejan la situación hostil vivida a diario por la gente común en la calle o el centro de trabajo. Contrajo poliomielitis a los diez meses de edad y siempre tuvo que desplazarse en una silla de ruedas.
Vorrei la voce forte che non ho
La musica più dolce che ci sia
Vorrei parlarti, frasi che non so
Per dirti che vorrei che fossi mia
Per sbandierarti a tutti all'infinito
Per aiutarti nella verità,
Per non legarti ai ceppi di un partito
Mia tanto sospirata libertà
Amarti come non ho amato mai
Senza possesso, senza gelosie
Senza l'ambiguità dei parolai
E le culture fatte di bugie
Per darti finalmente a chi ti chiede
E respirare la felicità
Senza inchiodarti al sangue
di una fede
Amore mai scordato…libertà
Desearía una voz fuerte que no poseo
La música más dulce que existiese
Quisiera expresarte frases que no sé
Para decirte que anhelo fueses mía
Para alardear de ti una y otra vez
Para ayudarte con la verdad,
Sin atarte a los grilletes de un partido
Mi tan suspirada libertad
Amarte como no he amado nunca
Sin posesión, sin celos
Sin la ambigüedad de los habladores
Y las culturas hechas con mentiras
Para otorgarte por fin a quien te pida
Y respirar la felicidad
Sin clavarte a la sangre
de una fe
Amor jamás olvidado... libertad
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