martes, 31 de diciembre de 2013

Caminos de Michoacán


Los tres individuos se han apeado de sus transportes estacionados en la orilla de la carretera.
A fines de diciembre, el frío hace castañetear los dientes.  Baten con su calzado el piso congelado, parece de hierro.  Uno, acostumbrado al calor tropical, se frota los brazos sin interrupción, dando pequeños brincos y echando floridas imprecaciones que hacen voltear y reír a sus compañeros.  No platican entre ellos, están alerta.
Han perfeccionado su plan durante muchos meses.  En ese sitio, el camino serpentea en un desfiladero con las paredes montañosas a filo.  El enemigo deberá bajar mucho la velocidad.  Y allí estarán esperándole, será un blanco fácil.
A pesar de las repetidas advertencias 'El Gordo', como le conocían, había invadido poco a poco el territorio y el mercado de ellos, desplazándolos cada vez más.  Ahora ya pesaba la baja del negocio, había llegado a límites insoportables.  Y era necesario ponerle término.  Ahora.  De una vez por todas.
La mirada fija al norte, al fin lo ven acercarse.  El vehículo tiene únicamente prendido uno de los cuartos rojos mientras se acerca zigzagueando hacia ellos.  Como esperaban, está disminuyendo su velocidad.  No se le ve escolta.  No se lo espera, el muy confiado, se cree el mejor, indestructible, inmortal, no toma precauciones.
Suben a sus vehículos.  Arrancan con fuerza dando gritos, le cortan el camino.  Alcanzan a divisar el rostro estupefacto del individuo que frena de manera abrupta, pierde el control, derrapa, da varias volteretas en la orilla de la carretera y sale violentamente del transporte.  Fue tan fácil.  Ellos lo rematan pasando sobre él una y otra vez, de frente y en reversa.  Uno de los asesinos baja para revisar.
Se acabó.  La competencia ha desaparecido.  Ahora ellos ya están listos para tomar nuevamente el control y dominar.  Serán los únicos.  Parten hacia el este.
Sobre el piso queda, exánime, un anciano corpulento, de traje rojo, nutrida barba blanca, los ojos desorbitados.  A su alrededor, restos de envolturas y regalos.



PDC

jueves, 26 de diciembre de 2013

La viola d'inverno - La viola de invierno

Letra y música de Roberto Vecchioni (2002).
La idea está tomada de una leyenda de los indios pieles rojas, según la cual cada uno de nosotros, antes de morir, escucha un sonido particular.






Arriverà che fumo o
che do l'acqua ai fiori,
o che ti ho appena detto:
"scendo, porto il cane fuori",
che avrò una mezza fetta
di torta in bocca,
o la saliva di un bacio appena dato,
arriverà, lo farà così in fretta
che non sarò neanche emozionato...

Arriverà che dormo o sogno,
o piscio o mentre sto guidando,
la sentirò benissimo suonare
mentre sbando,
e non potrò confonderla con niente,
perché ha un suono maledettamente eterno:
e poi si sente quella volta sola
la viola d'inverno.

Bello è che non sei mai preparato,
che tanto capita sempre agli altri,
vivere in fondo è così scontato
che non t'immagini mai che basti
e resta indietro sempre
un discorso
e resta indietro sempre
un rimorso...

E non potrò parlarti, strizzarti l'occhio,
non potrò farti segni,
tutto questo è vietato
da inscrutabili disegni,
e tu ti chiederai che cosa vuole dire tutto
quell'improvviso starti intorno
perché tu non potrai,
non la potrai sentire la mia viola d'inverno.

E allora penserò che niente ha avuto senso
a parte questo averti amata,
amata in così poco tempo;
e che il mondo non vale un tuo sorriso,
e nessuna canzone è più grande
di un tuo giorno
e che si tenga il resto,
me compreso, la viola d'inverno.

E dopo aver diviso tutto:
la rabbia, i figli, lo schifo e il volo,
questa è davvero l'unica cosa
che devo proprio fare da solo
e dopo aver diviso tutto
neanche ti avverto che vado via,
ma non mi dire pure stavolta
che faccio sempre di testa mia:
tienila stretta la testa mia.
Llegará mientras fumo
o estoy regando las flores,
o después de haberte dicho:
"bajo, llevo el perro afuera",
y tendré media rebanada
de pastel en la boca,
o la saliva de un beso recién dado,
llegará, lo hará tan de prisa
que ni siquiera estaré emocionado...

Llegará que duermo o sueño,
o meo o mientras estoy manejando,
la escucharé muy bien tocar
mientras derrapo,
y no podré confundirla con nada,
porque tiene un sonido malditamente eterno:
y además se escucha sólo esa vez
la viola de invierno.

Lo bello es que nunca estás preparado,
ya que le pasa siempre a los otros,
vivir en el fondo es tan descontado
que no te imaginas jamás sea suficiente
y queda atrás siempre
un discurso
y queda atrás siempre
un remordimiento...

Y no podré hablarte, guiñarte el ojo,
no podré hacerte señales,
todo esto está prohibido
por inescrutables designios,
y tú te preguntarás que quiere decir todo
ese improviso dar vueltas a tu alrededor
porque tú no podrás,
no podrás escuchar mi viola de invierno.

Y entonces pensaré que nada ha tenido sentido
con excepción de haberte amado,
amado por así poco tiempo;
y que el mundo no vale una sonrisa tuya,
y ninguna canción es más grande
que un día tuyo
y que se quede con el resto,
yo inclusive, la viola de invierno.

Y después de haber compartido todo:
la pasión, los hijos, el asco y el vuelo,
ésta es de veras la única cosa
que debo propio hacer yo solo
y después de haber compartido todo
siquiera te aviso que ya me voy,
mas no me digas también esta vez
que hago lo que me viene a la cabeza:
abrázala fuerte esta cabeza mía.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Cuento de Navidad




El aguanieve cae lenta y silenciosamente en la noche de diciembre, horas antes de Navidad.

El hombre está mirando el escaparate de una tienda. Parece un viejo, de aspecto descuidado, hombros caídos, abrigo desgastado regalado por alguna beneficencia, el cabello blanco, ralo, que se mece de vez en cuando en una especie de tic. La boca pastosa, con el efecto residual de la bebida barata de hace unas horas. Su mirada pasea una y otra vez sobre las cuatro botas navideñas, de colores violentos, adornos rojos y dorados, iluminadas por destellos intermitentes, con escrito en grandes letras garigoleadas Faith, Peace, Joy, Love. Esas palabras golpean su mente como martillazos: ninguna de ellas ha sido realidad en su vida en los últimos años. Poco a poco, han empequeñecido hasta hacerse ilegibles y después esfumado de su existencia. Pierdes el amor, la alegría, la paz y al fin la fe. Te quedas vacío. No hay regreso.

Da la espalda al escaparate luminoso y se adentra en el serpentear de callejuelas oscuras y malolientes. Repite para sí. Te quedas vacío. Como la lata que distraídamente está pateando pie izquierdo-derecha, pie derecho-izquierda, y espera su rebote. No hay regreso.

Entra en una estrecha callejuela cerrada. Se da cuenta y empieza a regresar sobre sus pasos, esta vez de espalda.

Regresa. Regresa. Regresa.

Está subiendo una pequeña pendiente, sus sandalias levantan un fino polvo en la noche fría. Lo intimida y amedrenta la estrella con la cola, allá arriba. Tiene que llegar a como dé lugar. El viaje ha sido largo. La expectativa vence al cansancio.

La escena lo envuelve. A su alrededor una pequeña multitud silenciosa y atenta. Observa la pareja. La mujer es muy joven, el marido mucho más viejo. Su vestir es humilde y parecen algo desconcertados y cruzan repetidamente sus miradas, como preguntando el uno al otro qué hacer. Todos los ojos se dirigen a un recién nacido quien domina la escena, apenas abrigado del frío. Observa al niño, y de alguna manera siente que éste, aun con los párpados cerrados, le envía una mirada que lo atraviesa desde la superficie de su piel hacia lo más íntimo, hasta fronteras internas insospechadas y percibe una cálida mano que revuelve con suavidad y acaricia sus sentimientos. El pecho del hombre se hincha bajo un sentir olvidado. Unas palabras nacidas quién sabe donde, en una memoria futura, se van iluminando poco a poco en su mente. Amor, alegría, paz y fe.

Y dos mil años antes del hoy, vuelve a sonreír.


PDC
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Il poeta - El poeta

Un clásico del cantautor genovés Bruno Lauzi (1963).




Alla sera al caffè con gli amici
si parlava di donne e motori
si diceva "son gioie e dolori"
lui piangeva e parlava di te

Se si andava in provincia a ballare
si cercava di aver le più belle
lui, lui restava a contare le stelle
sospirava e parlava di te

Alle carte era un vero campione
lo chiamavano "il ras del quartiere"
ma una sera giocando a scopone
perse un punto parlando di te

Ed infine una notte si uccise
per la gran confusione mentale
fu un peccato perché era speciale
proprio come parlava di te

Ora dicono, fosse un poeta
e che sapesse parlare d'amore
Cosa importa se in fondo uno muore
e non può più parlare di te
En la noche en el café entre amigos
se charlaba de mujeres y motores
se decía "son alegrías y dolores"
él lloraba y hablaba de ti

Si se iba en las afueras a bailar
se buscaba ligar las más guapas
él, él se quedaba a contar las estrellas
suspiraba y hablaba de ti

En los naipes, era todo un campeón
le llamaban "el amo del barrio"
mas una noche jugando a malilla
perdió un punto hablando de ti

Y al final una noche se mató
por la gran confusión mental
fue una lástima porque era especial
por como hablaba de ti

Ahora dicen, que era un poeta
y que sabía hablar del amor
Cosa importa si al final uno muere
y ya no puede hablar de ti

martes, 17 de diciembre de 2013

Blowin' in the wind - Soplando en el viento

Letra y música de Robert Zimmerman (Bob Dylan), compuesta a los 21 años en el 1962.
Una de las primeras canciones de protesta.
Este texto el mismo Dylan lo ha modificado levemente en sus presentaciones.



How many roads
must a man walk down
Before you call him a man?
Yes, ’n’ how many seas
must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, ’n’ how many times must
the cannonballs fly
Before they’re forever banned?

The answer, my friend,
is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind

How many years can a mountain exist
Before it’s washed to the sea?
Yes, ’n’ how many years
can some people exist
Before they’re allowed to be free?
Yes, ’n’ how many times can a man
turn his head
Pretending he just doesn’t see?

The answer, my friend,
is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind

How many times must
a man look up
Before he can see the sky?
Yes, ’n’ how many ears
must one man have
Before he can hear people cry?
Yes, ’n’ how many deaths will it take
till he knows
That too many people have died?

The answer, my friend,
is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
Cuántos caminos
debe recorrer un hombre
antes de que le llames "hombre"?
Cuántos mares
debe surcar una blanca paloma
antes de dormir en la arena?
Sí, cuántas veces deben
volar las balas de cañón
antes de ser prohibidas para siempre?

La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento
La respuesta está soplando en el viento.

Cuántos años puede existir una montaña,
antes de que sea lavada por el mar?
Sí, cuántos años
pueden vivir algunos,
antes de que se les permita ser libres?
Sí, cuántas veces puede un hombre
girar la cabeza
y pretender simplemente que no ha visto?

La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento
La respuesta está soplando en el viento

Cuántas veces debe
un hombre levantar la vista
antes de poder ver el cielo?
Sí, cuántos oídos
debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar?
Cuántas muertes serán necesarias
antes de que él se dé cuenta
de que ha muerto demasiada gente?

La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento
La respuesta está soplando en el viento.


martes, 10 de diciembre de 2013

Les passantes - Las transeúntes

Esta es la poesía que salvó del olvido a Antoine Pol (1888-1971), publicada en 1918 en su "Emotions poétiques".
Su tema es sobre estos destellos fugaces de amor con los cuales nos cruzamos a lo largo de nuestra vida e imposibles de concretar cuando los hombres somos incapaces de vencer las distancias. Y estos instantes los recordamos raramente, quizás sólo en los momentos de soledad.

Georges Brassens la descubrió en 1947 y le puso música y la cantó en 1972. Para darle un sentido más amplio al poema, nunca cantó las estrofas 4 y 6, que se refieren a un recuerdo personificado muy específico de una bailarina y a las mujeres que aman en secreto, esto último contrario a la idea motivo del poema que está enfocado a las mujeres que uno ha amado.
Fabrizio De André hizo el cover en italiano, "Le passanti".




Je veux dédier ce poème
A toutes les femmes qu'on aime
Pendant quelques instants secrets,
A celles qu'on connaît à peine,
Qu'un destin différent entraîne
Et qu'on ne retrouve jamais

A celle qu'on voit apparaître
Une seconde à sa fenêtre
Et qui, preste, s'évanouit,
Mais dont la svelte silhouette
Est si gracieuse et fluette
Qu'on en demeure épanoui

A la compagne de voyage
Dont les yeux, charmant paysage
Font paraître court le chemin;
Qu'on est seul, peut-être,
à comprendre
Et qu'on laisse pourtant descendre,
Sans avoir effleuré sa main

A la fine et souple valseuse
Qui vous sembla triste et nerveuse
Par une nuit de carnaval
Qui voulut rester inconnue
Et qui n'est jamais revenue
Tournoyer dans un autre bal

A celles qui sont déjà prises
Et qui, vivant des heures grises
Près d'un être trop différent,
Vous ont, inutile folie,
Laissé voir la mélancolie
D'un avenir désespérant

A ces timides amoureuses
Qui restèrent silencieuses
Et portent encor votre deuil
A celles qui s'en sont allées
Loin de vous, tristes esseulées
Victimes d'un stupide orgueil.

Chères images aperçues
Espérances d'un jour déçues
Vous serez dans l'oubli demain;
Pour peu que le bonheur
survienne
Il est rare qu'on se souvienne
Des épisodes du chemin

Mais si l'on a manqué sa vie
On songe avec un peu d'envie
A tous ces bonheurs entrevus ,
Aux baisers qu'on n'osa pas prendre,
Aux coeurs qui doivent vous attendre,
Aux yeux qu'on n'a jamais revus

Alors, aux soirs de lassitude,
Tout en peuplant sa solitude
Des fantômes du souvenir,
On pleure les lèvres absentes
De toutes ces belles passantes
Que l'on n'a pas su retenir
Yo quiero dedicar este poema
A todas las mujeres que amamos
Durante algunos instantes secretos,
A las que conocemos apenas,
A las que un destino diferente se lleva
Y que no se vuelven a ver más

A la que vemos aparecer
Un segundo en su ventana
Y que, rápidamente, se desvanece
Pero cuya esbelta silueta
Es tan graciosa y delicada
Que nos quedamos maravillados

A la compañera de viaje
Cuyos ojos, encantador paisaje
Hacen parecer corto el camino;
Que somos los únicos, quizás,
en comprenderla
Y que dejamos sin embargo bajar
Sin haber rozado su mano

A la fina y flexible bailarina de vals
Quien te pareció triste y nerviosa
En una noche de carnaval
Quien quiso permanecer desconocida
Y que jamás volvió
A arremolinarse en otro baile

A las que ya están comprometidas
Y que, viviendo horas grises
Cerca de un ser demasiado diferente,
Nos han, inútil locura,
Dejado ver la melancolía
De un futuro desesperante

A estas enamorada tímidas
Que quedaron silenciosas
Y llevan aún nuestro duelo
A aquellas que se fueron
Lejos de nosotros, tristes y solas
Víctimas de un orgullo estúpido.

Queridas imágenes percibidas
Esperanzas frustradas de un día
Estaréis en el olvido mañana;
Con sólo un poco de felicidad
que tengamos
Es raro que nos acordemos
De los episodios del camino

Pero si hemos fracasado en la vida
Soñamos con un poco de envidia
En todas esas felicidades entrevistas,
En los besos que no osamos tomar,
En los corazones que debían esperarnos,
En los ojos que no hemos vuelto a ver

Entonces, en las noches de cansancio,
Poblando nuestra soledad
Con los fantasmas del recuerdo,
Lloramos los labios ausentes
De todas las bellas transeúntes
Que no supimos retener

sábado, 7 de diciembre de 2013

Domani è un altro giorno - Mañana será otro día

La canción original es "The Wonders You Perform" de la cantautora country Tammy Wynette.  Es una conversación con Dios, donde se le pide su ayuda para entender lo que Él realiza.

El cover italiano es muy diferente al original, tanto en el texto (de Giorgio Calabrese, que no tiene nada que ver con el original) como en el arreglo musical.  Esta canción fue realizada para Ornella Vanoni, su legendaria intérprete (1971).



E' uno di quei giorni che
ti prende la malinconia
che fino a sera
non ti lascia più
La mia fede è troppo scossa ormai
ma prego e penso tra di me
proviamo anche con Dio,
non si sa mai

E non c'è niente di più triste
in giornate come queste
che ricordare la felicità!
Sapendo già che è inutile ripetere, chissà,
domani è un altro giorno,
si vedrà...

È uno di qui giorni in cui
rivedo tutta la mia vita
bilancio che non ho quadrato mai!
Posso dire d'ogni cosa
che ho fatto a modo mio
ma con che risultati,
non saprei...

E non mi son servite a niente
esperienze e delusioni
e se ho promesso
non lo faccio più...
Ho sempre detto in ultimo
ho perso ancora ma,
domani è un altro giorno,
si vedrà...

E' uno di quei giorni che
tu non hai conosciuto mai,
beato te, si, beato te!
Io di tutta un'esistenza
spesa a dare, dare, dare
non ho salvato niente,
neanche te...

Ma nonostante tutto,
io non rinuncio a credere
che tu potresti ritornare qui!
E come tanto tempo fa
ripeto chi lo sa
domani è un altro giorno,
si vedrà...

E oggi non mi importa
della stagione morta
per cui rimpianti
adesso non ho più...

E come tanto tempo fa
ripeto chi lo sa
domani è un altro giorno, si vedrà...
domani è un altro giorno, si vedrà...

Es uno de esos días en que
te atrapa la melancolía,
que hasta la noche
ya no te deja
Mi fe está demasiado sacudida
aunque rezo y pienso para mí
probemos también con Dios,
nunca se sabe

Y no hay nada más triste
en días como éstos
que recordar la felicidad!
Sabiendo ya que es inútil repetir, quizás,
mañana será otro día,
ya se verá...

Es uno de esos días en los que
repaso toda mi vida
balance que nunca supe cuadrar!
Puedo decir de todo
que he hecho a mi manera
pero con cuales resultados,
no lo sé...

Tampoco me han servido
experiencias y desencantos
y si he prometido
ya no lo volveré a hacer...
Siempre he dicho al final
he perdido nuevamente pero,
mañana será otro día,
ya se verá...

Es uno de esos días que
no has conocido nunca,
dichoso tú, sí, dichoso tú!
Yo de toda una vida
gastada en dar, dar, dar
no he salvado nada,
tampoco a ti...

Pero a pesar de todo,
no renuncio en creer
que tú podrías regresar aquí!
Y como hace tanto tiempo
repito: ¿Quién sabe?
Mañana será otro día,
ya se verá...

Y hoy no me importa
de la estación muerta
por lo cual arrepentimientos
ahora ya no tengo...

Y como hace tanto tiempo
repito ¿Quién sabe?
Mañana será otro día, ya se verá...
Mañana será otro día, ya se verá...

jueves, 5 de diciembre de 2013

Nelle mie notti - En mis noches

El texto es de Paolo Margheri, la música de Sergio Endrigo y su cuñado Riccardo del Turco, 1974.

Ha habido un debate judicial de 18 años por plagio en relación a la música, ya que la de "Il Postino" que le valió a Luis Enrique Bacalov el Oscar en 1996, en muy similar.
Endrigo en su autobiografía comenta que hizo escuchar esta canción a Bacalov, ya que en ese entonces trabajaban juntos en ocasiones.
Bacalov depositó en septiembre de 2013 el registro de coautoría incluyendo los otros autores, antes que la Suprema Corte de Italia resolviera.

Esto significa, cuando menos moralmente, un premio Oscar póstumo a Sergio Endrigo, después de 8 años de su muerte.


>

Nelle mie notti
più solitarie
tu la mia mente
fai prigioniera
Ma forse ardita
è la salita
son tanti gli anni
che ci dividono
Uno straniero
nel tuo pensiero
il grande uomo
che io già sono
Ma come il mare
ascolta il vento
nelle tue mani
mi lascerei andare
E io già sogno
di naufragare
su dolci coste
da scoprire
e fondi scuri
vivranno al sole
e senza età
mi sentirò amore
E quante donne
innamorate
a quante fonti
ho già bevuto
ma nei tuoi no
e i tuoi sì
io ho trovato l'amore che
strappa i capelli

Nelle tue mani
mi lascerei andare
e io già sogno
di naufragare
su dolci coste
da scoprire
e fondi scuri
vivranno al sole
e senza età
mi sentirò amore
E quante donne
innamorate
a quante fonti
ho già bevuto
ma nei tuoi sì
e i tuoi no
io ho trovato l'amore che
strappa i capelli
En mis noches
más solitarias
tú mi mente
haces prisionera
Quizás arriesgada
está la subida
son tantos los años
que nos dividen
Un extranjero
en tu pensamiento
el hombre grande
que yo ya soy
Mas como el mar
escucha al viento
en tus manos
me abandonaría
Y yo ya sueño
de naufragar
sobre dulces costas
por descubrir
y profundidades oscuras
vivirán al sol
y sin edad
me sentiré amor
Y cuantas mujeres
enamoradas
a cuantas fuentes
yo ya he bebido
mas en tus no
y en tus sí
he encontrado el amor que
te vuelve loco

En tus manos
me abandonaría
y yo ya sueño
de naufragar
sobre dulces costas
por descubrir
y profundidades oscuras
vivirán al sol
y sin edad
me sentiré amor
Y cuantas mujeres
enamoradas
a cuantas fuentes
yo ya he bebido
mas en tus sí
y tus no
yo he encontrado el amor que
te vuelve loco

martes, 3 de diciembre de 2013

Les vieux - Los viejos

Texto y música del poeta y cantautor belga Jacques Brel (1963).

Una estrujante descripción de la vejez...

Propongo la versión en vivo de su adiós en el Olympia en 1966 (vale la pena verlo actuar) y la versión de estudio.

Por último hay una hermosa traducción en italiano, muy poco conocida, que hizo Roberto Vecchioni .








Les vieux ne parlent plus
ou alors seulement parfois
du bout des yeux
Même riches ils sont pauvres,
ils n´ont plus d´illusions
et n´ont qu´un cœur pour deux
Chez eux ça sent le thym,
le propre, la lavande
et le verbe d´antan
Que l´on vive à Paris
on vit tous en province
quand on vit trop longtemps
Est-ce d´avoir trop ri
que leur voix se lézarde
quand ils parlent d´hier?
Et d´avoir trop pleuré
que des larmes encore
leur perlent aux paupières?
Et s´ils tremblent un peu
est-ce de voir vieillir
la pendule d´argent
Qui ronronne au salon,
qui dit oui qui dit non,
qui dit : "Je vous attends"?

Les vieux ne rêvent plus,
leurs livres s´ensommeillent,
leurs pianos sont fermés
Le petit chat est mort,
le muscat du dimanche
ne les fait plus chanter
Les vieux ne bougent plus
leurs gestes ont trop de rides
leur monde est trop petit
Du lit à la fenêtre,
puis du lit au fauteuil
et puis du lit au lit
Et s´ils sortent encore
bras dessus, bras dessous,
tout habillés de raide
C´est pour suivre au soleil
l´enterrement d´un plus vieux,
l´enterrement d´une plus laide
Et le temps d´un sanglot,
oublier toute une heure
la pendule d´argent
Qui ronronne au salon,
qui dit oui qui dit non,
et puis qui les attend.

Les vieux ne meurent pas,
ils s´endorment un jour
et dorment trop longtemps
Ils se tiennent la main,
ils ont peur de se perdre
et se perdent pourtant
Et l´autre reste là,
le meilleur ou le pire,
le doux ou le sévère
Cela n´importe pas,
celui des deux qui reste
se retrouve en enfer
Vous le verrez peut-être,
vous la verrez parfois
en pluie et en chagrin
Traverser le présent
en s´excusant déjà
de n´être pas plus loin
Et fuir devant vous
une dernière fois
la pendule d´argent
Qui ronronne au salon,
qui dit oui qui dit non,
qui leur dit : "Je t´attends"
Qui ronronne au salon,
qui dit oui qui dit non,
et puis qui nous attend
Los viejos ya no hablan
o en todo caso sólo a veces
con el rabillo del ojo
Aunque sean ricos son pobres,
ya no tienen ilusiones
y sólo tienen un corazón para dos
En su casa huele a tomillo,
a limpio, a lavanda
y a verbo de antaño
Aún viviendo en París
se vive todos en provincia
cuando se vive demasiado tiempo
¿Es por haber reído demasiado
que su voz se agrieta
cuando hablan del ayer?
¿Y por haber llorado demasiado
que hay lágrimas todavía
que les perlan los párpados?
Y si tiemblan un poco
¿es por ver envejecer
el péndulo de plata
Que ronronea en el salón,
que dice sí que dice no,
que dice: "Los espero"?

Los viejos ya no sueñan,
sus libros se adormecen,
sus pianos están cerrados
El gatito está muerto,
el moscatel del domingo
ya no les hace cantar
Los viejos ya no se mueven,
sus gestos tienen demasiadas arrugas,
su mundo es demasiado pequeño
De la cama a la ventana,
luego de la cama al sillón
y después de la cama a la cama
Y si salen aún
cogidos del brazo,
vestidos de domingo
Es para seguir bajo el sol
el entierro de uno más viejo,
el entierro de una más fea
Y lo que dura un sollozo
olvidar por una hora
el péndulo de plata
Que ronronea en el salón,
que dice sí que dice no,
y que les espera luego

Los viejos no mueren,
se duermen un día
y duermen demasiado tiempo
Se cogen de la mano,
tienen miedo a perderse
y sin embargo se pierden
Y el otro se queda ahí,
el mejor o el peor,
el dulce o el severo
Eso no importa,
el que queda de los dos
se halla en el infierno
Lo verás tal vez,
la verás a veces
lleno de lluvia y tristeza
Atravesando el presente
excusándose ya
de no estar más lejos
Y huir frente a ti
una última vez
del péndulo de plata
Que ronronea en el salón,
que dice sí que dice no,
que les dice: "Te espero"
Que ronronea en el salón,
que dice sí que dice no,
y que después nos espera









domingo, 1 de diciembre de 2013

Gesù Bambino (4 marzo 1943) - Niño Jesús (4 marzo 1943)

Letra de Paola Pallottino, música de Lucio Dalla. Tercer lugar en el Festival de Sanremo 1971.
El título que quería Dalla era "Gesùbambino", todo junto.

La censura de esa época infirió sobre esta canción, obligando entre otras cosas al cambio del título, y así Dalla decidió llamarla con la fecha de su nacimiento (4/Marzo/1943), aunque el texto no tiene nada autobiográfico. Hay tres versiones de ella. Esta es la cantada a Sanremo, la primera que conoció el público.

Al final la versión oficial en español "Un hombre llamado Jesús" cantada por Lucio Dalla.

Dalla decía que era la única canción con la cual siempre se emocionaba al cantarla...





Dice che era un bell'uomo e veniva,
veniva dal mare
parlava un'altra lingua,
però sapeva amare
e quel giorno lui prese a mia madre
sopra un bel prato
l'ora più dolce
prima di essere ammazzato

Così lei restò sola nella stanza,
la stanza sul porto
con l'unico vestito ogni giorno più corto
e benché non sapesse il nome
e neppure il paese
mi aspettò come un dono d'amore
fin dal primo mese

Compiva sedici anni
quel giorno la mia mamma
le strofe di taverna,
le cantò a ninna nanna
e stringendomi al petto che sapeva,
sapeva di mare
giocava a fare la donna
con il bimbo da fasciare.

E forse fu per gioco o forse per amore
che mi volle chiamare
come nostro Signore
Della sua breve vita il ricordo,
il ricordo più grosso
è tutto in questo nome
che io mi porto addosso

E ancora adesso che gioco a carte
e bevo vino
per la gente del porto
mi chiamo Gesù bambino
e ancora adesso che gioco a carte
e bevo vino
per la gente del porto
mi chiamo Gesù bambino
e ancora adesso che gioco a carte
e bevo vino
per la gente del porto
mi chiamo Gesù Bambino

Dice que era un hombre guapo y venía,
venía desde el mar
hablaba en otro idioma,
pero sabía amar
y aquel día el tomó a mi madre
en un hermoso prado
la hora más dulce
antes que lo mataran

Así ella quedó sola en el cuarto,
el cuarto en el puerto
con el único vestido cada día más corto
y aunque no supiese el nombre
ni siquiera el país
me esperó como un regalo de amor
desde el primer mes

Cumplía dieciséis años
aquel día mi mamá
las estrofas de taberna,
las cantó como canción de cuna
y apretándome al pecho que sabía,
sabía a mar
jugaba a ser mujer
con el niño por envolver.

Y quizás fue por juego o quizás por amor
que me quiso llamar
como nuestro Señor.
De su corta vida el recuerdo,
el recuerdo más grande
está todo en este nombre
que yo llevo conmigo

Y aún ahora mientras juego a las cartas
y bebo vino
para la gente del puerto
me llamo Niño Jesús
Y aún ahora mientras juego a las cartas
y bebo vino
para la gente del puerto
me llamo Niño Jesús
Y aún ahora mientras juego a las cartas
y bebo vino
para la gente del puerto
me llamo Niño Jesús